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Usuarios del Hospital de la Ribera y familiares que les acompañan se quejan de la falta de intimidad y la pérdida de la confidencialidad al situarles en una nueva sala de espera habilitada en vestíbulo de entrada frente a los ascensores. Esta es una más de las «obras» que ha realizado la nueva dirección del Hospital de La Ribera tras la reversión a la gestión pública y que más allá de ampliar las instalaciones ha compartimentado espacios que se diseñaron para un uso determinado y que ahora tienen varios usos. Así, esta zona de paso y vestíbulo es ahora también una sala de espera. En otra zona del hospital se quiso habilitar una unidad de pre-ingresos que fue un sonoro fracaso tras desvelar esta asociación que sólo habían habilitado un baño para 26 pacientes y sus familias.

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