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Alzira, 10 de abril de 2019.- El hospital de La Ribera ha desviado más de 1.000 resonancias a la privada sólo en el último mes, en concreto, a la clínica Tecma, en Alzira, y al camión situado junto al aparcamiento del centro hospitalario, de Eresa. Y todo ello, a pesar del malestar que está generando en los profesionales del servicio por la carga extra de trabajo que les supone esta medida, y las dificultades para leer e informar muchas de las imágenes que les llegan. 

Al parecer, las imágenes “no son iguales” y luego, quienes las tienen que informar son los profesionales del Hospital de Alzira, lo que está generando numerosas quejas, según confirman diferentes fuentes. 

Además, según ha podido averiguar SanitatSolsUna, las clínicas privadas adonde se están desviando una parte de las resonancias cobra de media unos 395 euros por una resonancia con contraste y sin ser informada por un especialista. En el caos de ser informada, el coste se incrementa en 70 euros. Estas son las tarifas a pacientes privados. No conocemos la tarifa pactada con el hospital por este servicio, pero podríamos estar hablando de una cantidad entre 200.000 y 400.000 euros solo en un mes, por la medida de privatizar las resonancias en un hospital, por primera vez en su historia, y casualmente cuando se ha revertido a la gestión directa y su gerente hasta hace poco era radióloga. “Es el mundo al revés”, señalan muchos profesionales. “Incluso aunque les hicieran un precio especial por el gran número de pruebas que realizan, estamos hablando de mucho dinero en sólo un mes, y todo por la mala gestión del personal y de los recursos del propio hospital”, aseguran desde SanitatSolsUna.

Por otro lado, pacientes y profesionales de diferentes centros de salud de La Ribera han denunciado a SanitatSolsUna largas listas de espera o que les mandan a otros centros de la comarca para hacerse una prueba, cuando en sus centros de salud hay “aparatos sin usar”. En ambulatorios como el de Sueca, Alzira II y hasta hace unos días en Carlet “hay dos aparatos de radiología convencional pero sólo se utiliza uno, por falta de personal, y hay listas de espera que no habría de gestionarse bien los recursos”. En Carlet, en concreto, diferentes fuentes confirman a SanitatSolsUna que se compró un aparato justo después de la reversión “y nunca se llegó a usar por falta de personal”. “¿Para qué queremos dos aparatos de radiología convencional si solo hay una persona para hacer las pruebas?”. Como la pregunta siguió sin respuesta en forma de más personal para agilizar la lista de espera, poniendo en uso ese segundo ecógrafo, “se lo acaban de llevar después de más de un año”, aseguran diferentes fuentes, “esperemos que a una consulta donde lo utilicen y no lo tengan guardado”.

Desde SanitatSolsUna se ha criticado duramente “la nefasta gestión del personal y de los recursos materiales que hace la dirección del departamento de salud de La Ribera desde la reversión”. “Ya lo ha denunciado algún sindicato: sobra personal en algunos departamentos y de determinadas categorías pero faltan en otros porque la incorporación de plantilla no se ha hecho con criterio sino por el afán de aportar unos números que son el ejemplo del fracaso de la reversión. Todo el mundo sabe que más cantidad no es igual a más calidad, como demuestran las 600 personas de más en La Ribera para un 1000% más de listas de espera en algunas especialidades” 

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