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Se podía haber hecho mejor, sin duda

Se podía haber hecho mejor, sin duda

Artículo de Opinión de Carlos Rodrigo, médico y presidente de SanitatSolsUna, publicado en Redacción Médica.

Nos encontramos inmersos en una crisis sanitaria sin precedentes en la Era Moderna. El COVID19 ha provocado una pandemia por su altísima capacidad de contagio y sus graves consecuencias: en España se han registrado ya más de 200.000 contagiados y cerca de 30.000 fallecidos (que sepamos).

Desde SanitatSolsUna, asociación que aboga por la excelencia en la atención sanitaria, tenemos la obligación de analizar cómo esta siendo el abordaje y la gestión de esta crisis. ¿Se podía haber evitado? Difícilmente. ¿Se podía haber hecho mejor? Sin duda. La clave está en la gestión.

La gestión clínica abarca diferentes aspectos: por un lado la eficacia en la resolución de los procesos patológicos; por otro, la organización de los flujos y circuitos dentro de los centros sanitarios. Y por supuesto, la dirección de los recursos humanos.

Analicemos algunos hechos. En España hasta el lunes 20 se habían contagiado por COVID19 un total de 31.053 sanitarios, lo que según datos del Ministerio de Sanidad representa un 15,51 % del total de infectados en todo el territorio nacional. Según la EPSU (Federación Europea de Sindicatos de Servicios Públicos), el total de profesionales sanitarios infectados en España son más y supone el 26 % del total de infectados, un 10 % más que los registrados por el Ministerio (Redacción Médica 20/04).

¿Cómo es posible que los profesionales sanitarios, que son la primera línea del frente contra el virus que ha matado a cientos de miles de personas en todo el mundo, que ha encerrado a la población mundial en sus casas y que ha paralizado la economía sea uno de los colectivos más afectados? Porque no se realizó una gestión clínica correcta. Se actuó tarde y mal. 

Aún hoy seguimos desayunándonos con noticias como el  reciente reparto de más de un millar de mascarillas defectuosas en varios hospitales públicos de varias comunidades, entre otras, la Comunidad Valenciana. En la sexta semana del Estado de Alarma, hay hospitales valencianos con hasta 150 profesionales contagiados y más de 750 en cuarentena. Los sanitarios infectados en la Comunidad Valenciana superan la media nacional. No en vano, organizaciones como el Sindicato Médico o el CSIF han denunciado a los responsables políticos en los tribunales.

Pero ¿ha pasado lo mismo en todos los centros sanitarios? No. La clave en la disparidad de datos está, sin duda, en la gestión clínica. Y qué casualidad que los hospitales de Ribera Salud son los que tienen un menor número de profesionales contagiados. La mayoría no llega al 5% y algunos apenas tienen un 1% de profesionales afectados.

Gestionar bien no es fácil, y gestionar organizaciones sanitarias es, sin duda, muy complejo, aún más en una crisis como ésta. De ahí que sea necesario disponer de competencia, esto es conocimiento, capacitación técnica, capacidad de anticipación, experiencia, es decir, profesionalidad, y que lo que guíe el trabajo sea el bienestar de los profesionales y de los pacientes a los que atienden. Para eso, no hay que estar sujeto a intereses políticos. De hecho, hospitales públicos de gestión directa con responsables cualificados y válidos, que se adelantaron a las indicaciones oficiales, han protegido mejor a sus profesionales aunque han sufrido la carencia de material y/o su dudosa fiabilidad.

¿Qué han hecho los hospitales públicos de gestión privada? 

Las conclusiones del webinar del pasado 14 de abril, organizado por el IFC (International Finance Corporation) del Banco Mundial, fueron muy claras. En este seminario online directivos de Ribera Salud expusieron su experiencia en la gestión de la crisis del COVID19 ante 150 representantes de instituciones públicas y privadas de América Latina. Y esto es lo que explicaron sobre su gestión.

Primero, se anticiparon a los problemas, y dos semanas antes del Estado de Alarma hicieron acopio de material de protección para sus profesionales, a pesar de las tensiones que empezaba a haber en el mercado a nivel mundial.

En segundo lugar prepararon sus hospitales, creando “zonas Covid” y “zonas libres de Covid”, con circuitos completamente independientes y sin contacto entre ellos, facilitaron material de protección a todos los profesionales y reforzaron la seguridad de su plantilla en áreas como las Urgencias.

En tercer lugar modificaron turnos y dividieron a los equipos asistenciales, de forma que cuando unos trabajan los otros estaban en sus casas, para asegurar la disponibilidad de recursos, y reforzar donde era necesario. En cuarto lugar, dieron formación a todos los profesionales en el abordaje de este tipo de pacientes y en el uso y manejo de los equipos de protección.

Y por último, dieron apoyo físico y psicológico casi desde el principio a sus profesionales.

Las primeras semanas fueron clave y esa previsión y anticipación fue esencial para proteger el activo más valioso de una organización sanitaria en una crisis de Salud Pública como la que vivimos: los profesionales sanitarios.

En el otro lado de la balanza hemos visto situaciones bochornosas, como profesionales cubiertos con bolsas de basura por la falta de materiales de protección o teniendo que utilizar una única máscara quirúrgica varios días. Lo último ha sido la distribución de mascarillas defectuosas después de episodios de test fallidos o la carencia total de estas pruebas entre quienes están más expuestos y tienen más contacto con pacientes, los pacientes.

Por lo tanto, sí. Claro que las cosas se pueden hacer de otro modo. Se pueden hacer mejor de lo que se está haciendo porque es posible gestionar de forma profesional, no chapucera. Pero para eso, hay que poner la salud de los ciudadanos en manos de profesionales con experiencia y no en la de políticos que no saben de lo que hablan. https://www.redaccionmedica.com/opinion/se-podia-haber-hecho-mejor-sin-duda-1687?utm_source=redaccionmedica

El arranque de la gripe y el parón sin médicos en Navidad congestionan los ambulatorios

El arranque de la gripe y el parón sin médicos en Navidad congestionan los ambulatorios

Sanidad contratará de refuerzo a 15 sanitarios ante el inicio de la epidemia. Aumenta la presión asistencial en las consultas médicas de los centros de salud

Los problemas de saturación que afectan a los centros de salud de la provincia de Castellón parecen casi crónicos, a pesar del plan de refuerzos estructural puesto en marcha hace casi un año por la Conselleria de Sanidad, que prevé la contratación permanente de 34 sanitarios, entre médicos, pediatras y enfermeras. Y es que, después de las vacaciones de Navidad, cuando la mayoría de ambulatorios cerraron por las tardes y los facultativos se fueron de vacaciones sin ser sustituidos, son muchos los pacientes que han acudido a su médico de cabecera, tras cerca de 15 días de espera, llenando las consultas. 

A esta circunstancia se une el arranque de la epidemia de la gripe, cuyos efectos empiezan a notarse. De todos modos, el pico máximo del virus está previsto para finales de mes y principios de febrero. Para intentar remediar la situación y atender el incremento de la demanda asistencial, la Conselleria de Sanidad tiene previsto realizar 174 contrataciones de refuerzo dentro del plan de contingencia frente a la gripe, con un presupuesto de un millón de euros. De estas, 15 serán en Castellón con el objetivo de reforzar los centros de salud, Urgencias y áreas de hospitalización. Pretenden favorecer las consultas domiciliarias y aligerar las agendas de los médicos de familia. Este apoyo se suma al plan de refuerzos de invierno, activo desde el pasado 1 de octubre. Para seguir leyendo: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/castellon/arranque-gripe-paron-sin-medicos-navidad-congestionan-ambulatorios_1269400.html

«Hay niños en observación sin cama»

La saturación en La Fe deja a casi una treintena de pacientes más de un día a la espera de ingreso | Personal sanitario del hospital advierte del exceso de trabajo que asume y de la reducción de la calidad asistencial

Valencia. La saturación del hospital La Fe que ha llevado a que durante las últimas jornadas decenas de pacientes se hayan quedado sin poder ser ingresados en una habitación propia continuó durante el día de ayer. Esta delicada situación ha llevado a varios trabajadores a denunciar de forma pública un colapso que ha afectado incluso al área de observación de pediatría del centro, en donde tuvieron que instalarse pacientes a la espera de que se desbloqueara alguna de las habitaciones disponibles para ser ingresados.

Diferentes empleados de La Fe aseguraron en declaraciones a este diario que los casos de pediatría son puntuales pero que evidencian que el hospital, que no sólo recibe a los ciudadanos que tiene asignados sino a otros que acuden por su prestigio, está al límite. En especial, en urgencias. «El servicio se sigue dando pero en peores condiciones» indica una de las trabajadoras, que apunta que al no poderse subir a las habitaciones de planta tampoco cuentan con la intimidad requerida ni pueden recibir visitas de los familiares. «Algunas operaciones menores se han tenido que retrasar ya que los pacientes no pueden ser ingresados una vez termina la intervención», apunta otro asistente sanitario. Seguir leyendo: https://www.lasprovincias.es/comunitat/ninos-observacion-cama-20200115004157-ntvo.html

Demoras de hasta 15 días en los centros de salud de Alicante

Demoras de hasta 15 días en los centros de salud de Alicante

Hasta quince días para conseguir una cita en el centro de salud. Es la situación con la que se encuentran pacientes de la ciudad de Alicante que necesitan ser vistos estos días por sus médicos de familia. Según ha podido comprobar este periódico, las mayores demoras se dan en las agendas de médicos del centro de salud de la calle Gerona (15 días), San Blas (11 días), Benalúa (8 días) o Cabo Huertas, donde la demora para ser atendido por facultativos de era ayer de una semana, aunque fuentes del centro sostienen que este retraso solo afecta a la agenda de un médico.

Termina el año y los médicos agotan los días que les quedan pendientes de vacaciones, lo que unido a la falta de sustituciones por parte de la Conselleria de Sanidad dispara las demoras estas semanas. «El problema es que la conselleria no sustituye a los médicos que están de descanso y la solución pasa por cerrar sus agendas, de forma que el paciente que quiere solicitar cita por internet o por la app no le salen huecos disponibles hasta que su médico no vuelve de vacaciones», critica Víctor Pedrera, secretario provincial del Sindicato Médico. En caso de que el paciente insista en ser atendido y solicite una cita directamente en el mostrador de su centro de salud o por teléfono, «se fuerza un hueco en el resto de sanitarios que estamos trabajando». Y es que, aunque los puntos de urgencias extrahospitalarias de la ciudad asumen los casos más urgentes, «siempre hay pacientes que necesitan que les renueves un tratamiento médico, la baja laboral o que simplemente quieren ser atendidos por un médico de familia y no esperar tanto». De esta forma, Pedrera lamenta que hay compañeros que estos días llegan a atender hasta 50 pacientes al final de la jornada, forzando huecos cada 5 minutos. Para seguir leyendo: https://www.diarioinformacion.com/alicante/2019/12/03/demoras-15-dias-centros-salud/2212512.html

Las peores cifras de la lista de espera: cuatro meses y medio para operarse

El indicador roza el máximo histórico en pacientes en lista desde que llegó el Botànic: 68.561

Se esperaba que las cifras fueran malas, pero la última actualización de la lista de espera para entrar a un quirófano en la Comunitat Valenciana ha superado todas las (malas) expectativas. Los pacientes valencianos tienen que esperar una media de 133 días, cuatro meses y medio, para entrar a quirófano para una cirugía no urgente. Son las peores cifras de toda la serie histórica desde que el Consell del Botànic decidiera cambiar la forma de contabilizar la lista de espera en enero de 2016. Además, el corte de septiembre de 2019 deja también otra cifra preocupante, vuelven a subir las personas en lista rozando el máximo histórico de marzo: 68.561 pacientes impacientándose.

Los datos a 1 de octubre de 2019 no resisten la comparativa con ninguna de los cortes anteriores: son 30 días más de espera que tres meses antes (un 29 % de subida); 12 días más que hace un año; 10 más que hace dos; 6 más que hace tres años y 43 más que la mejor cifra de toda la serie. Para seguir leyendo la noticia en Levante-EMV : https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2019/11/20/peores-cifras-lista-espera-cuatro/1946773.html

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