La falta de personal sanitario se ha convertido en un problema que ha llegado ya a los quirófanos de varios hospitales de Valencia. Según informa El Mundo, los coordinadores quirúrgicosalertan de la actividad hospitalaria se verá reducida durante los meses de octubre, noviembre y diciembre ante el recorte de personal por falta de planificación y la imposibilidad de cubrir todas las asistencias.
Concretamente, los encargados de cerrar la programación de intervenciones quirúrgicas han alertado de que se va a producir una reducción de sesiones en los próximos tres meses. El porqué radica en que todavía no se aprobó los planes coyunturales que definen las necesidades de plantilla asistencial y el ritmo de operaciones no se podrá mantener.
En el Hospital La Fe, esta falta de planificación se salda con el recorte de dos anestesiólogos, cinco enfermeras de quirófano y tres técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE).
Como ejemplo de esta dramática carencia de trabajadores, en el hospital de referencia de la Comunidad (La Fe) la no aprobación del plan coyuntural conlleva la desaparición de dos anestesiólogos, cinco enfemeras de quirófano y tres Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE).
El déficit de profesionales y el repunte en las listas de espera que traerá como consecuencias, avecinan un otoño caliente para la consejera de Sanidad, Ana Barceló.
Mantenimiento, modernización e inversiones. Son las tres palabras que más repiten los representantes de los sindicatos tras los últimos incidentes registrados en dos hospitales valencianos: la caída de un falso techo en el vestíbulo principal del Arnau y la inundación de la UCI de Llíria por la rotura de una tubería.
Dos problemas detectados con apenas un par de días de diferencia y que provocó que la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) instara a la Conselleria de Sanidad a revisar las instalaciones de estos dos centros (que están integrados en el mismo departamento de salud) y, en general, de todas las infraestructuras sanitarias.
«Urgimos a la conselleria a que elabore un plan de actuación en centros de salud y hospitalarios para conocer la situación actual y grado de deterioro de sus infraestructuras y una vez disponga de esta información, se inicien con urgencia las actuaciones necesarias para garantizar un entorno seguro» para profesionales y pacientes, reclama el presidente de CSIF Sanidad Comunidad Valenciana, Rafa Cantó.
Tanto CSIF como UGT coinciden en apuntar un mismo argumento como origen: la falta de un plan de prevención, que provoca que se actúe después de que se registre un problema, y la ausencia de modernización de instalaciones, tanto centros de salud como hospitales. «Son antiguas y para el mantenimiento se necesita dinero, algo que no hay», lamentan desde la sección sindical de Sanidad de UGT.
De hecho, que los recortes que baraja el Consell repercutan en estas partidas es uno de los temores que trasladan los sindicatos consultados por LAS PROVINCIAS. De momento, problemas en tuberías, goteras, deficiencias en la climatización (en el hospital San Juan de Alicante hasta el mal funcionamiento ha provocado conjuntivitis) o paredes y techos desconchados son algunas de las incidencias que enumeran los sindicatos. Además de recordar que el Clínico necesita urgentemente una actuación integral.
Desde CSIF apuntan que, por ejemplo, en el hospital Doctor Moliner, en Serra, hay un problema con las tuberías, en concreto con las bajantes de aguas potable y fecales, «que van reventando porque se encuentran en mal estado». A eso añaden los cortes en el suministro eléctrico. Y UGT suma al listado las deficiencias en la climatización. De hecho, a comienzos de agosto -coincidiendo con una ola de calor- el aire acondicionado no funcionó y los familiares de los pacientes llevaron ventiladores.
En el hospital de Sagunto apuntan el deterioro de los vestuarios o la falta de aire acondicionado. Esto último compartido con los hospitales de Gandia y Xàtiva o con el centro de salud de Novelda, además de en algunos de Dénia. Aquí, en el hospital, UGT alerta de goteras.
Algo que también sucede en el hospital de Elda, en el General de Alicante e, incluso, en La Fe (de más reciente construcción). El repaso continúa en Vinaròs, con humedadades puntuales y con ventiladores para solucionar los problemas de calor de personal y pacientes.
El anuncio de la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, de redactar un Plan Funcional para resolver los problemas en el hospital de Vinaròs y liderar la reivindicación para que el Gobierno modifique la Ley de Función Público y puedan incorporarse incentivos para hacer los centros hospitalarios comarcales más atractivos al personal sanitario, ha tenido rápida respuesta entre la plantilla del Baix Maestrat.
Los profesionales sanitarios urgen una actuación que llevan esperando «desde hace demasiados años» y que se traduce en datos: «Los pacientes de Neumología llevan esperando cita desde el mes de abril de 2018».
Las consultas a pacientes con complicaciones neumológicas son las más atascadas, advierten, pero no las únicas especialidades con retrasos en ese centro. «En Digestivo no se cita desde marzo, con lo que se acumulan ya cinco meses, o en ginecología las esperas se remontan otros cuatro meses y eso gracias a las peonadas y los autoconciertos que llevan a realizar pruebas a otros hospitales de la provincia».
Ese traslado de enfermos fue confirmado también el pasado jueves en Castellón por la consellera. Tras admitir las largas esperas en muchas especialidades médicas y las bajas en la plantilla, Barceló confirmó que se desplazan y seguirá desplazándose a cuentos pacientes sea necesario para garantizarles la asistencia que no pueden tener en el hospital comarcal del Maestrat.
Según ha podido saber EL MUNDO, la nueva gerente del Departamento de Salud de Vinaròs, Vanesa Jorge, se ha dirigido estos días al departamento de Citas Previas para conocer con exactitud las listas de espera de cada una de las especialidades médicas con consulta en el hospital que presta atención a unas 30.000 personas de los municipios del Baix Maestrat y Els Ports.
«CAOS EN CITAS PREVIAS»
Fuentes bien informadas aseguran que «el descontrol es absoluto, puesto que no todo está informatizado en este centro hospitalario», un problema más que se suma a «material técnico desfasado y jefaturas de servicio vacantes o ocupadas por profesionales en comisión de servicios porque sus titulares no quieren venir a Vinaròs».
«Así que la consellera que no diga que se ha invertido mucho en este hospital porque las carencias son muchas», advirtieron desde una plantilla que, sin ir más lejos, vio el pasado lunes, 26 de septiembre cómo se tenían que suspender 10 tomografías axiales computerizadas (TAC) al averiarse el aparato de refrigeración de la sala y, por tanto, poner en peligro los equipos por calentamiento.
Barceló restó importancia el jueves al colapso en el área de Radiodiagnóstico. «Apenas han sido unas horas hasta que se ha reparado el climatizador» defendió la consellera en relación a la denuncia de la que informó ese mismo día EL MUNDO.
Pasan las semanas y meses, y según leemos en los medios de comunicación, nos preguntamos: ¿hay alguien ocupándose de la Sanidad valenciana? ¿A alguien le importan los problemas de salud de los ciudadanos y las condiciones de trabajo de los profesionales sanitarios?
Los sindicatos denuncian la situación del Hospital Clínico de Valencia, con Urgencias, hemodiálisis y cocina sin aire acondicionado en plena ola de calor; UGT exige a la Consellería de Sanidad que solucione los problemas de la obsoleta instalación de aire acondicionado en el centro de salud pública de Torrent, que está ocasionando desde hace años quejas, notas de prensa e incluso desvanecimientos; Médicos por el suelo, pacientes con abanicos y a 33 grados en el centro de salud de Burjasot; El centro de salud de Palleter en Castellón alcanzaba los 30,7 grados en las consultas de Atención Primaria, por el deficiente funcionamiento de los equipos de climatización; y un largo etcétera.
Mientras los despachos de la propia Conselleria de Sanidad gozan de una nueva climatización instalada durante la etapa de la consellera Montón, no se pone solución a los problemas de refrigeración en multitud de centros como Padre Jofre, San Marcelino, Torrente, Catarroja, y en servicios del hospital clínico como los anteriormente citados y en el de Maternidad.
Pero es que además, como reflejan diversos medios, se avecina un verano desastroso, debido a la falta de previsión de la Conselleria, que con el retraso en abrir las bolsas de empleo, tras casi 10 meses de bloqueo, está provocando la falta de profesionales para cubrir las vacaciones de verano. Como es habitual, la Conselleria intenta paliar esta falta de personal cerrando una de cada 10 camas hospitalarias y adelantando el cierre de gran parte de los centros de Atención Primaria a las 15 h. Medidas que lo único que van a suponer es un incremento brutal de las ya escandalosas listas de espera y de las demoras en atención primaria y especializada, listas de espera que con una total falta de transparencia el actual gobierno del Botanic esconde y no hace públicas como es su obligación.
Llegará un momento en que ni el maquillaje ni la falta de transparencia les valdrá y las listas “estallarán”. Porque mientras públicamente nuestros políticos presumen de tener uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, hay esperas inasumibles que por desgracia hoy solo conocen aquellos que están en esas famosas listas.
Pero no solo en Sanidad hay problemas. Hace unos días nos enteramos de un nuevo derrumbe de parte del techo la sala del Maestro Rodrigo del Palau de la Música, el segundo en unos meses, y todo después de haber recortado el presupuesto de mantenimiento en un 62% en la pasada legislatura. Los recortes pasan factura en las instalaciones y en el personal.
Lo vemos también en la ciudad de Valencia, que ha alcanzado unos niveles de suciedad y abandono que hace muchas décadas que no veíamos, con jardines abandonados, arbolado lamentable y asfalto pésimo. Todo, menos el carril bici, está abandonado.
Los problemas se evitan, anticipándose a ellos, y eso exige analizar, estudiar necesidades, planificar con antelación y poner en marcha planes. En definitiva, trabajar. Y eso es lo que no parece haber entendido el Gobierno de Ximo Puig. No ejecutan el presupuesto, y cuando lo hacen, lo (mal) gastan.
Todos los años hay verano y el personal sanitario se reparte las merecidas vacaciones. Por tanto, no parece muy difícil saber que hay que prever las necesidades para cubrir la marcha de este personal en periodo estival, 4-5 meses antes y contratar los recursos extras necesarios, no reducir las camas o los horarios. Y menos, en una región como la nuestra, donde muchos municipios duplican o casi triplican la población con la llegada de turistas.
Y es necesario invertir en el mantenimiento de las instalaciones, porque además de evitarnos problemas, a la larga es más barato. Pero, claro. Para eso hay que trabajar. Y entre la legislatura de prioridades equivocadas, y desde enero que no se hace nada por la convocatoria de elecciones y el reparto de sillones, ha llegado el verano y ni van los aires acondicionados, ni la bolsa para cubrir las vacaciones está funcionando bien, ni nadie hace nada para arreglar el caos en la gestión de nuestra Sanidad. Bueno, nada no. Han ocultado la lista de espera a ver qué se les ocurre para que cuando salga no se monte el lío.
La política se ha convertido en un espectáculo bochornoso y llevamos dos meses y medio viendo y oyendo cómo se reparten un pastel que los gobernantes creen que es suyo pero que nos pertenece a los ciudadanos.Ellos sólo deberían cortarlo. No los elegimos para esto.
Alzira, 10 de julio de 2019.- SanitatSolsUna, la asociación que defiende la excelencia en la asistencia sanitaria, ha asegurado hoy que la rueda de prensa del comité de empresa del Hospital de la Ribera ayer “confirma el desastre de la reversión: los trabajadores han perdido derechos e ingresos”. “La comparecencia de los sindicatos ayer es la crónica de un desastre anunciado”, recuerdan.
La asociación ha destacado “la importante vulneración de derechos, evidente desde el momento en que la Dirección del Hospital no deja al comité de empresa organizar la rueda de prensa en el propio centro hospitalario”. Los propios sindicatos explicaron que “no la han autorizado porque consideran que esto no es labor sindical”. Para SanitatSolsUna, “el Gobierno valenciano no sólo es plenamente consciente del error de la reversión y de sus desastrosas consecuencias sino que además ha intentado taparlas, al pensar que ninguneando a los sindicatos podría silenciarlos”. Sin embargo, cuando la vulneración de derechos afecta al bolsillo y a la calidad del trabajo que realizan los profesionales durante año y medio, el tema les ha estallado. Y se preguntan: “¿Sigue teniendo claro la nueva secretaria autonómica de Sanidad, Isaura Navarro, la necesidad de esta reversión? Porque ayer los sindicatos dejaron claro que con la concesionaria, los trabajadores estaban mucho mejor que con las decisiones que se toman desde el sectarismo de Navarro y su partido, que ya se ha demostrado que es un fracaso en la gestión”.
Para SanitatSolsUna, los sindicatos “tienen toda la razón en sus críticas y sus quejas”, aunque insisten en que “todo esto se veía venir, tenían informes y una auditoría que advertía de todas estas consecuencias y no quisieron verlo”. Ahora, añaden desde la asociación, “los representantes de los trabajadores han reconocido que han denunciado al menos en tres ocasiones a Sanidad en los juzgados y en el tribunal de arbitraje por incumplimientos del convenio colectivo”. Aseguraron literalmente que “hay varios artículos del convenio que no se cumplen como la movilidad interna, la promoción interna, traslados, la formación, la jubilación parcial etc” y dijeron, sin pelos en la lengua que “se han perdido derechos”. Entre otros los impagos de los incentivos, los beneficios del Plan de igualdad sobre el que aseguraron que “es un despropósito total” porque “teníamos un plan que caducó, la ley dice que tenemos que tener uno y nos aseguraron que nos aplicaban el de Conselleria… pero hemos estado año y medio engañados”.
Y las consecuencias, además del desgaste, la discriminación y la tensión, es que muchos profesionales están abandonando su puesto de trabajo en este departamento de salud. “Si no te pagan lo que te deben, si te deniegan la formación, la promoción interna, la movilidad, las excedencias, las jubilaciones parciales y pierdes derechos para la conciliación de la vida laboral y familiar que hace apenas año y medio tenías con la concesionaria, es lógico que te plantees irte a otro sitio”, aseguran desde la asociación.
“¿Quién estresa a los trabajadores? Porque los sindicatos no sólo hablan de dinero sino de derechos y condiciones de trabajo, de discriminación, de embarazadas a las que no se aplica el plan de igualdad, de trabajadores que por edad piden una jubilación parcial”, preguntan desde la asociación a la secretaria autonómica de Salud Pública, a raíz de su entrevista en un medio valenciano hace apenas unos días. Y a la Consellera de Sanidad, Ana Barceló y al presidente Ximo Puig les insisten: “¿De verdad creen que los profesionales sanitarios de La Ribera merecen esta situación? ¿Y piensan que no afectará a la calidad asistencial? Solo con la marcha de profesionales, la población va a sufrir estos cambios que, sin duda, son a peor”, aseguran desde SanitatSolsUna.
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