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Desastre en el mantenimiento del Hospital de La Ribera un año después de la reversión

Desastre en el mantenimiento del Hospital de La Ribera un año después de la reversión

El Hospital de La Ribera está “que se cae”. Tal ha sido la dejadez de los actuales gestores respecto al mantenimiento de las instalaciones durante este último año que en solo 12 meses tras la reversión, el centro hospitalaria de Alzira “ha envejecido el equivalente a 10 años”.

Así de contundentes se pronuncian desde la asociación SanitatSolsUna, que acompaña sus críticas de numerosas fotografías adjuntas, que les remiten continuamente usuarios del centro, donde pueden apreciarse muebles amontonados en los pasillos, camas y barandillas de aseos completamente oxidadas, paredes y techos desconchados o con trozos de la piedra rotos y hasta enchufes con cables al aire, lo que puede suponer un peligro grave para pacientes y familiares que acompañan a los enfermos al hospital.

Desde SanitatSolsUna se recuerda que “los problemas de mantenimiento se veían venir, porque es algo recurrente en muchos de los centros públicos sanitarios que adolecen de la flexibilidad y agilidad en la resolución de incidencias que permite la gestión privada. Sin ir más lejos, el diario Levante publicaba ayer que “peligran las operaciones en el Clínico de Valencia por los desperfectos en las mesas de operaciones”. Desde la asociación aseguran que “los usuarios y profesionales nos envían fotografías para denunciar el estado de abandono en el que se encuentra el hospital “y que no ocurría antes de la reversión porque ahora todo tiene que pasar por un complicado proceso burocrático y como no es algo prioritario para los actuales gestores, la consecuencia es que los problemas se acumulan y el Hospital de La Ribera empieza a parecer un hospital viejo, sucio y desordenado”. La asociación reclama a la Conselleria de Sanidad “que mantenga el hospital de La Ribera en buenas condiciones” porque “es lo que merecen profesionales y pacientes”.

El Modelo Alzira, referente internacional y un caso de estudio

Quirófano de uno de los hospitales en concesión

El Modelo Alzira es objeto de estudio como un caso de éxito en universidades tan prestigiosas como la escuela de negocios de Harvard y en Berkeley. Además, el National Health Service (NHS) de Reino Unido lo ha propuesto como modelo de salud para ser estudiado en el Imperial College. Gobiernos de países tan diferentes como Suecia, Eslovaquia, Polonia, Alemania, Arabia Saudí, China, India y Estados Unidos se han interesado por este sistema de colaboración público-privado y las claves de su éxito en resultados de salud y satisfacción por parte de los pacientes. Además, instituciones tan reconocidas como el Banco Mundial, «The International economic Forum of the Americas», el Hospital Build Europe de Berlín, el International Integrated Care Summit de Londres, el Korea Healthcare Congress de Seoul, el World Health Care Congress Europe, en el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo se han interesado por sus características.

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https://www.larazon.es/atusalud/salud/el-modelo-alzira-referente-internacional-y-un-caso-de-estudio-JF23157592

Debate en Redacción Médica: El Hospital de La Ribera, un año después de la reversión

Debate en Redacción Médica: El Hospital de La Ribera, un año después de la reversión

Médicos, gestores y políticos conocedores del modelo de colaboración público privado participaron la semana pasada en un debate organizado por Redacción Médica sobre «el Hospital de La Ribera, un año después de la reversión». En este debate, en el que participó el presidente de SanitatSolsUna y médico, Carlos Rodrigo, quedó clara la conclusión: la colaboración público privada y el modelo concesional en Sanidad no sólo es un modelo de éxito sino que ha quedado demostrado que el paso a la gestión directa del Hospital de La Ribera no ha hecho sino empeorar la atención a los ciudadanos, con más listas de espera, aumentar el gasto y generar preocupación y confusión en los profesionales sanitarios, a quienes se deben incentivos y las pagas extras se abonan con retraso y no sabe cuáles van a ser sus condiciones de trabajo cuando se negocie el nuevo convenio colectivo, antes de que finalice el año

.https://www.redaccionmedica.com/autonomias/valencia/la-ribera-un-ano-de-la-reversion-mas-contratos-y-peor-calidad-asistencial-8427

La Ribera ya ha desviado a la privada más de 1.000 resonancias en un mes

Alzira, 10 de abril de 2019.- El hospital de La Ribera ha desviado más de 1.000 resonancias a la privada sólo en el último mes, en concreto, a la clínica Tecma, en Alzira, y al camión situado junto al aparcamiento del centro hospitalario, de Eresa. Y todo ello, a pesar del malestar que está generando en los profesionales del servicio por la carga extra de trabajo que les supone esta medida, y las dificultades para leer e informar muchas de las imágenes que les llegan. 

Al parecer, las imágenes “no son iguales” y luego, quienes las tienen que informar son los profesionales del Hospital de Alzira, lo que está generando numerosas quejas, según confirman diferentes fuentes. 

Además, según ha podido averiguar SanitatSolsUna, las clínicas privadas adonde se están desviando una parte de las resonancias cobra de media unos 395 euros por una resonancia con contraste y sin ser informada por un especialista. En el caos de ser informada, el coste se incrementa en 70 euros. Estas son las tarifas a pacientes privados. No conocemos la tarifa pactada con el hospital por este servicio, pero podríamos estar hablando de una cantidad entre 200.000 y 400.000 euros solo en un mes, por la medida de privatizar las resonancias en un hospital, por primera vez en su historia, y casualmente cuando se ha revertido a la gestión directa y su gerente hasta hace poco era radióloga. “Es el mundo al revés”, señalan muchos profesionales. “Incluso aunque les hicieran un precio especial por el gran número de pruebas que realizan, estamos hablando de mucho dinero en sólo un mes, y todo por la mala gestión del personal y de los recursos del propio hospital”, aseguran desde SanitatSolsUna.

Por otro lado, pacientes y profesionales de diferentes centros de salud de La Ribera han denunciado a SanitatSolsUna largas listas de espera o que les mandan a otros centros de la comarca para hacerse una prueba, cuando en sus centros de salud hay “aparatos sin usar”. En ambulatorios como el de Sueca, Alzira II y hasta hace unos días en Carlet “hay dos aparatos de radiología convencional pero sólo se utiliza uno, por falta de personal, y hay listas de espera que no habría de gestionarse bien los recursos”. En Carlet, en concreto, diferentes fuentes confirman a SanitatSolsUna que se compró un aparato justo después de la reversión “y nunca se llegó a usar por falta de personal”. “¿Para qué queremos dos aparatos de radiología convencional si solo hay una persona para hacer las pruebas?”. Como la pregunta siguió sin respuesta en forma de más personal para agilizar la lista de espera, poniendo en uso ese segundo ecógrafo, “se lo acaban de llevar después de más de un año”, aseguran diferentes fuentes, “esperemos que a una consulta donde lo utilicen y no lo tengan guardado”.

Desde SanitatSolsUna se ha criticado duramente “la nefasta gestión del personal y de los recursos materiales que hace la dirección del departamento de salud de La Ribera desde la reversión”. “Ya lo ha denunciado algún sindicato: sobra personal en algunos departamentos y de determinadas categorías pero faltan en otros porque la incorporación de plantilla no se ha hecho con criterio sino por el afán de aportar unos números que son el ejemplo del fracaso de la reversión. Todo el mundo sabe que más cantidad no es igual a más calidad, como demuestran las 600 personas de más en La Ribera para un 1000% más de listas de espera en algunas especialidades” 

Hospital de La Ribera: Aniversario de un fracaso. Opinión de Carlos Rodrigo.

Hospital de La Ribera: Aniversario de un fracaso. Opinión de Carlos Rodrigo.

https://www.redaccionmedica.com/opinion/aniversario-de-un-fracaso-7535

El próximo 1 de abril se cumple un año desde que el Departamento de Salud de La Ribera pasó a ser gestionado directamente por la Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública de la Comunidad Valenciana, tras la reversión de la concesión que llevaba gestionando este hospital público casi 20 años.

Una reversión ejecutada con un criterio puramente ideológico, sin datos, sin preparación, a sabiendas de que iba a ser un fracaso y que se iba a empeorar la atención a los ciudadanos, y con gran parte de los profesionales y de usuarios del propio departamento en contra.

Como ha sido la primera vez que se ejecuta una reversión de este tipo, y además algunos partidos políticos situados en la izquierda del espectro político abogan por continuar revertiendo el resto de departamentos gestionados bajo el modelo de concesión administrativa, consideramos conveniente hacer balance de estos 12 meses de despropósito en la gestión directa del Hospital de La Ribera.

Para SanitatSolsUna, la reversión es la crónica de un estrepitoso fracaso, que además supone una estafa al conjunto de los valencianos y un grave perjuicio a los usuarios del departamento de Salud de La Ribera.

¿Por qué la reversión, es decir, el paso a la gestión directa de la Conselleria de Sanidad ha sido un fracaso?

La Ribera, a pesar de su tamaño y concepción inicial, similar a la de un hospital comarcal, era un hospital casi con características de terciario, vanguardista, innovador con una cartera de servicios, unidades y prestaciones igual e incluso superior a la de los grandes hospitales españoles. Era, además, un hospital con muchos premios TOP 20 tanto a la mejor gestión global, como al de excelencia en muchos de sus servicios durante años bajo el régimen de concesión, con multitud de distinciones y estudiado en universidades como Harvard como caso de éxito en gestión sanitaria. Todo esto se ha acabado.

Era también un hospital que ocupaba los primeros puestos en el ranking de cumplimiento de los indicadores de salud establecidos por la propia Consellería en la Comunidad. Apenas tenía listas de espera y en determinadas especialidades, pioneras y muy eficaces, era un hospital muy solicitado por pacientes de toda la Comunidad. Ya no. Han desaparecido pruebas como el diagnóstico rápido del cáncer de mama (la biopsia rápida en media hora) y las listas de espera crecen en la mayor parte de las especialidades quirúrgicas. En trauma, por ejemplo, es un auténtico drama.

También era un hospital que atraía a los mejores profesionales. El modelo de gestión, mucho más ‘libre’ que el de la Conselleria, permitía la formación vanguardista de sus profesionales, la inversión en tecnología e investigación y también, por qué no, valorar con incentivos el trabajo bien hecho y la satisfacción de los pacientes. Todos esto también ha desaparecido.

En solo un año de gestión directa por parte de la Consellería de Sanidad la lista de espera quirúrgica ha aumentado dramáticamente, con casi 15.000 pacientes que esperan más de tres meses para ser intervenidos; se desvían pacientes a clínicas privadas, algo que no había ocurrido en 18 años de gestión por parte de la anterior concesionaria; los profesionales han estado nueve meses para cobrar los incentivos; los proveedores llevan casi un año sin cobrar; se fraccionan contratos y se pagan medicamentos y material hasta un 70 por ciento más caro; y ya son más de media docena las sentencias que determinan que los despidos tras la reversión fueron improcedentes y ese personal está volviendo a sus puestos.

Porque improcedente fue la reversión en sí misma, desde su planteamiento inicial. Porque no estaba justificada con datos objetivos ni ningún tipo de análisis. Fue una decisión política, que carecía de cualquier respaldo analítico y que, además, no se preparó adecuadamente ni se ejecutó correctamente. La prueba es que hay decenas de recursos pendientes que veremos cuánto nos acaban constando a los contribuyentes.

Por desgracia, los profesionales y los pacientes de la Ribera ya lo están ‘pagando’. Los primeros con una empeoramiento en las condiciones de trabajo, empezando por los problemas para aparcar y continuando con los retrasos en los pagos de incentivos y peores condiciones de trabajo. Y los pacientes todas las consecuencias posibles de una gestión que se ha demostrado nefasta durante estos 12 meses.

El 1 de abril no tenemos nada que celebrar. Es el aniversario de un fracaso.

Carta abierta a los trabajadores del Hospital de Denia (y de Torrevieja, Vinalopó y Manises)

(A continuación reproducimos una carta que llegó a SanitatSolsUna la semana pasada, pidiéndonos su difusión)

Queridos compañeros y compañeras:

Ningún trabajo es perfecto, como ninguna familia es perfecta. Pero hay entornos laborales que por una mágica combinación de factores, se convierten en un hogar. Hace mucho tener buenos compañeros, jefes firmes pero humanos y una misión gratificante. Pero cuando a eso le sumas unos valores compartidos, una filosofía de trabajo riguroso, una voluntad firme de ayudar a los demás, de poner al paciente y a su familia en el centro de todo lo que hacemos, pensamos y programamos para el futuro, el resultado es un trabajo casi perfecto.

Esta filosofía es lo primero que perdimos en el Departamento de salud de La Ribera tras la reversión. Fueron pocos los que se posicionaron claramente desde el principio en contra de la reversión. A la mayoría nos daba un poco igual. Entendíamos los argumentos de la ex concesionaria, pero realmente pensábamos que con los mismos mimbres, el armazón del hospital y su corazón, todos nosotros como trabajadores, conseguiríamos mantener e incluso mejorar las cosas, si nos dejaban. Nada más lejos de la realidad. No se ha cumplido un año de la reversión y el Hospital de La Ribera se desmorona… porque la organización es desastrosa, sí, pero sobre todo, porque su esencia, que somos todos los trabajadores, nos hemos quedado sin sangre ni oxígeno; sin filosofía ni apoyos.

Primero sufrimos la incertidumbre de nuestro futuro más inmediato. Que si indefinido no fijo, que si personal a extinguir, que si vale el convenio colectivo pero luego cambiarán las condiciones, que si seguimos o nos vamos al paro. Y aún vivimos con muchas de esas incógnitas.

El mismo 1 de abril nos despertamos con el despido de toda la dirección del Hospital y de varios mandos intermedios, algunos de ellos, médicos con una reputación intachable, muy queridos por los pacientes y pioneros en tratamientos y colectivos muy sensibles. Otros, piezas clave para el funcionamiento del hospital. Muchos, personal temporal que sin embargo conocían a pies juntitas el hospital y su funcionamiento y cuyo despido nos causó un grave problema. No sé a qué genio se le ocurrió prescindir de estas personas el primer día, pero metió la pata hasta el fondo. Pero es que casi a continuación comenzaron el resto de cambios, que no hicieron sino debilitar aún más la estructura que tantos años de trabajo y esfuerzo nos había costado mantener. 

Compañeros y compañeras:

Muy pronto comenzamos a sentir en nuestras carteras la consecuencia de la reversión. Empezamos a no cobrar los incentivos… un mes, dos, tres, cuatro… hasta que pasados nueve meses por fin nos los abonaron. Muchos amigos sufrieron presiones para cambiar su jornada laboral, sus condiciones de trabajo, su puesto en un centro… presiones de las de verdad, de las que se consideran acoso laboral (y por eso en varios casos se han puesto en manos de abogados). Otros tuvieron que recibir ayuda psicológica y pasar meses en sus casas intentando superar esos ataques. No entendía que intentando hacer su trabajo igual, su entorno y sus superiores les ignorasen, les quitasen trabajo o mandaran a compañeros a presionarles.

Se empezó a contratar más plantilla… pero enseguida nos dimos cuenta de que esto no solucionaba nada. Somos 500 o 600 trabajadores más pero hacemos menos que antes. Las planillas se organizan de otra forma, los turnos no son lo que eran y no hay la flexibilidad que había para contratar refuerzos y jornadas adaptadas a las necesidades del momento. En verano, vacaciones en general y estos días, con la gripe, no damos a basto. Los especialistas cada vez tiene más lista de espera y los pacientes lo pagan con quienes estamos más cerca de ellos. La tensión se palpa en el ambiente… y eso nunca es bueno en un entorno donde la sensibilidad está a flor de piel.

Denia, Torrevieja, Vinalopó, Manises:

Seguro que hay cosas que mejorar en vuestros hospitales. Seguro que en algún momento se han tomado decisiones que no compartís. Pero os garantizo que la reversión no es la solución. Pasaréis de formar parte de una gran familia a ser un número, bastante incómodo y prescinbile, para el mamotreto de la administración. Dejaréis de ser tenidos en cuenta para las decisiones, porque detrás de cada asamblea se esconde la burocracia enrevesada de la Administración, que bloquea cualquier iniciativa, sobre todo si es para cambiar a mejor. Y olvidáos de innovar, sorprender y prosperar. Estáis marcados. Hablad en privado con vuestros compañeros de La Ribera y os lo dirán. Puede que no con un altavoz, ni firmando con su nombre completo… entended que tenemos miedo a quedarnos sin lo poco que nos queda, que para la mayoría es mucho (un trabajo).

Este sistema sanitario, que nunca pone al paciente en el centro de sus decisiones ni al trabajador de la Sanidad en el eje de la solución a los problemas, intentará acabar con quienes pensamos de otra manera, con quienes queremos dejar la política fuera de la Sanidad. Porque los enfermos y sus familias quieren la mejor atención,  y los profesionales queremos hacer nuestro trabajo lo mejor posible, independientemente de qué partido gobierne. Pero a nadie le importa.

No os equivoquéis, compañeros. El Hospital de La Ribera siempre ha sido Sanidad pública. Siempre. Eso es lo único que no ha cambiado tras la reversión.

A. M. Una trabajadora del Hospital de la Ribera

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