por admin | Mar 14, 2019 | Notas de prensa
Alzira, 12 de marzo de 2019.- La dirección del Hospital de La Ribera se des- morona. “Es una auténtica desbandada”, aseguran los más próximos. Hace una semana fue la gerente, Isabel González, quien anunció su jubilación. Aho- ra es el director de Enfermería y ex comisionado, Boro Llopis, quien por sor- presa, ya ha comunicado que no continuará en su puesto al acabar el mes de marzo. Ambas dimisiones se producen cuando está a punto de cumplirse un año de la reversión del Hospital de La Ribera y su paso a la gestión pública con muy malos resultados. Se desmonta, por tanto, la dirección del departa- mento de salud de La Ribera en el primer aniversario de la decisión más con- trovertida del Gobierno valenciano, y al tiempo regresan algunos de los direc- tivos que fueron despedidos improcedentemente el primer día de reversión, tras ganar los juicios correspondientes que ya han costado más de 350.000 €en indemnizaciones a las arcas públicas.
Para SanitatSolsUna, la salida de varios altos cargos de la dirección del hospi- tal y del departamento “confirma el fracaso de la reversión, la precipitación en la toma de decisiones por parte de la ex consellera Carmen Montón y su equipo y el grave error del Gobierno valenciano al no poner freno a un proce- so que en el propio núcleo del President Ximo Puig auguraban muy problemá- tico”. “Muchos sabían que era una decisión política, sin datos objetivos que confirmaran su idoneidad, y aun así no quisieron o no pudieron frenar el desastre”.
Y tras un año de gestión pública directa se confirman esos pronósticos, añade la asociación: se han contratado 500 personas más para aumentar las listas de espera, desviar miles de pacientes a clínicas privadas (o barracones sanitarios en forma de camión) para la realización de pruebas que antes se hacían en el hospital; se compra mucho más caro el mismo material sanitario; se crean unidades tercermundistas con un único baño para 26 pacientes, y el descon-
tento es generalizado entre pacientes y profesionales. “Hace tres meses todos los sindicatos se unieron, por primera vez en la historia de este hospital, en una protesta conjunta para denunciar el acoso y el empeoramiento de las condiciones de trabajo de los profesionales. Y en breve tendrán que afrontar la negociación del próximo convenio colectivo, que se prevé complicada, puesto que el actual convenio contempla salarios más altos y condiciones más ventajosas para los laborales o “personal a extinguir” (trabajadores proceden- tes de la antigua concesionaria) que para los estatutarios (empleados públi- cos).
Mal reparto en el teatro de la reversión
Desde la asociación que defiende la excelencia en la asistencia sanitaria, in- dependientemente del modelo de gestión, esta desbandada de altos cargos del departamento tiene una lectura: la Conselleria sabía que iba a fracasar y conscientemente propuso para muchos puestos clave a personas a quienes no importaba ya quemarse, profesionalmente hablando. “Un año de sufrimiento en La Ribera y a casa”.
Sin embargo, dentro del hospital son mayoría quienes no han sido conscientes hasta ahora de lo que consideran un engaño: “Ha sido el teatro de la rever- sión, con un reparto nefasto y muy mal representada”, aseguran. “Debimos cuenta de que las cosas se estaban haciendo mal desde el principio, cuando a los dos meses dimitió la primera responsable económica y poco después un responsable de compras, la ex directora de atención primaria y otros miem- bros de la dirección del departamento y de los centros de atención primaria”. Y apuntan: “Vamos a ver ahora cómo compaginan las salidas de estos figuran- tes fracasados y la readmisión de los despedidos de manera improcedente, con sentencia judicial, que están volviendo en tropel al departamento”.
por admin | Feb 15, 2019 | Actualidad sanitaria
(A continuación reproducimos una carta que llegó a SanitatSolsUna la semana pasada, pidiéndonos su difusión)
Queridos compañeros y compañeras:
Ningún trabajo es perfecto, como ninguna familia es perfecta. Pero hay entornos laborales que por una mágica combinación de factores, se convierten en un hogar. Hace mucho tener buenos compañeros, jefes firmes pero humanos y una misión gratificante. Pero cuando a eso le sumas unos valores compartidos, una filosofía de trabajo riguroso, una voluntad firme de ayudar a los demás, de poner al paciente y a su familia en el centro de todo lo que hacemos, pensamos y programamos para el futuro, el resultado es un trabajo casi perfecto.
Esta filosofía es lo primero que perdimos en el Departamento de salud de La Ribera tras la reversión. Fueron pocos los que se posicionaron claramente desde el principio en contra de la reversión. A la mayoría nos daba un poco igual. Entendíamos los argumentos de la ex concesionaria, pero realmente pensábamos que con los mismos mimbres, el armazón del hospital y su corazón, todos nosotros como trabajadores, conseguiríamos mantener e incluso mejorar las cosas, si nos dejaban. Nada más lejos de la realidad. No se ha cumplido un año de la reversión y el Hospital de La Ribera se desmorona… porque la organización es desastrosa, sí, pero sobre todo, porque su esencia, que somos todos los trabajadores, nos hemos quedado sin sangre ni oxígeno; sin filosofía ni apoyos.
Primero sufrimos la incertidumbre de nuestro futuro más inmediato. Que si indefinido no fijo, que si personal a extinguir, que si vale el convenio colectivo pero luego cambiarán las condiciones, que si seguimos o nos vamos al paro. Y aún vivimos con muchas de esas incógnitas.
El mismo 1 de abril nos despertamos con el despido de toda la dirección del Hospital y de varios mandos intermedios, algunos de ellos, médicos con una reputación intachable, muy queridos por los pacientes y pioneros en tratamientos y colectivos muy sensibles. Otros, piezas clave para el funcionamiento del hospital. Muchos, personal temporal que sin embargo conocían a pies juntitas el hospital y su funcionamiento y cuyo despido nos causó un grave problema. No sé a qué genio se le ocurrió prescindir de estas personas el primer día, pero metió la pata hasta el fondo. Pero es que casi a continuación comenzaron el resto de cambios, que no hicieron sino debilitar aún más la estructura que tantos años de trabajo y esfuerzo nos había costado mantener.
Compañeros y compañeras:
Muy pronto comenzamos a sentir en nuestras carteras la consecuencia de la reversión. Empezamos a no cobrar los incentivos… un mes, dos, tres, cuatro… hasta que pasados nueve meses por fin nos los abonaron. Muchos amigos sufrieron presiones para cambiar su jornada laboral, sus condiciones de trabajo, su puesto en un centro… presiones de las de verdad, de las que se consideran acoso laboral (y por eso en varios casos se han puesto en manos de abogados). Otros tuvieron que recibir ayuda psicológica y pasar meses en sus casas intentando superar esos ataques. No entendía que intentando hacer su trabajo igual, su entorno y sus superiores les ignorasen, les quitasen trabajo o mandaran a compañeros a presionarles.
Se empezó a contratar más plantilla… pero enseguida nos dimos cuenta de que esto no solucionaba nada. Somos 500 o 600 trabajadores más pero hacemos menos que antes. Las planillas se organizan de otra forma, los turnos no son lo que eran y no hay la flexibilidad que había para contratar refuerzos y jornadas adaptadas a las necesidades del momento. En verano, vacaciones en general y estos días, con la gripe, no damos a basto. Los especialistas cada vez tiene más lista de espera y los pacientes lo pagan con quienes estamos más cerca de ellos. La tensión se palpa en el ambiente… y eso nunca es bueno en un entorno donde la sensibilidad está a flor de piel.
Denia, Torrevieja, Vinalopó, Manises:
Seguro que hay cosas que mejorar en vuestros hospitales. Seguro que en algún momento se han tomado decisiones que no compartís. Pero os garantizo que la reversión no es la solución. Pasaréis de formar parte de una gran familia a ser un número, bastante incómodo y prescinbile, para el mamotreto de la administración. Dejaréis de ser tenidos en cuenta para las decisiones, porque detrás de cada asamblea se esconde la burocracia enrevesada de la Administración, que bloquea cualquier iniciativa, sobre todo si es para cambiar a mejor. Y olvidáos de innovar, sorprender y prosperar. Estáis marcados. Hablad en privado con vuestros compañeros de La Ribera y os lo dirán. Puede que no con un altavoz, ni firmando con su nombre completo… entended que tenemos miedo a quedarnos sin lo poco que nos queda, que para la mayoría es mucho (un trabajo).
Este sistema sanitario, que nunca pone al paciente en el centro de sus decisiones ni al trabajador de la Sanidad en el eje de la solución a los problemas, intentará acabar con quienes pensamos de otra manera, con quienes queremos dejar la política fuera de la Sanidad. Porque los enfermos y sus familias quieren la mejor atención, y los profesionales queremos hacer nuestro trabajo lo mejor posible, independientemente de qué partido gobierne. Pero a nadie le importa.
No os equivoquéis, compañeros. El Hospital de La Ribera siempre ha sido Sanidad pública. Siempre. Eso es lo único que no ha cambiado tras la reversión.
A. M. Una trabajadora del Hospital de la Ribera
por admin | Sep 17, 2018 | Enlaces a noticias
(Publicado en Valencia Plaza el 12 de septiembre de 2018)
http://valenciaplaza.com/monton-dimite-como-ministra-de-sanidad-y-arrastra-a-su-equipo-valenciano
Menos de 100 días ha durado Carmen Montón al frente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Inesperadamente, el liderazgo de la exconsellera de Sanidad al frente de la política sanitaria estatal terminaba este martes al dimitir por presuntas irregularidades en un máster en igualdad de género que cursó en 2011 en la Universidad Rey Juan Carlos.
Solo tres horas antes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, descartaba cesar a la ministra. «Está haciendo un gran trabajo y lo va a seguir haciendo», aseguraba en los pasillos del Senado. Sin embargo, las informaciones de La Sexta sobre plagios de párrafos que no citó en la bibliografía en su trabajo de fin de máster (TFM) puso la puntilla a una crisis desencadenada el lunes tras las informaciones publicadas por eldiario.es. Según La Sexta, Montón habría copiado 19 de las 52 páginas de su TFM, con numerosos bloques idénticos a los de otros autores, cuyas tesis doctorales y artículos habría encontrado en internet, e incluso figuraban párrafos copiados textualmente de la página web Wikipedia.
Con su marcha, Montón arrastrará a gran parte de su equipo valenciano que se llevó de la Conselleria de Sanidad al Gobierno de Pedro Sánchez y que la acompañaron hasta el momento de su dimisión este martes.
Los primeros afectados serán los cargos de confianza. Montón se llevó a su director de Gabinete en la Generalitat, Carlos Fernando Macía de Castro, que pasó a ser el director de Gabinete de la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. También a su jefe de Comunicación, el periodista Jaime Prats.
Meses pasaron desde que Montón se fue al Gobierno hasta que se supo si contaba con el ex director general de Asistencia Sanitaria y mano derecha de la ex consellera en la administración valenciana, Rafael Sotoca, quien finalmente fue nombrado asesor. También lo hizo con el ex director de Gestión Sanitaria, el periodista Germán Temprano, quien renunció en la Conselleria tras la marcha de Montón a Madrid.
Presumiblemente, la nueva ministra, Maria Luisa Carcedo, también sustituirá algunos cargos que ocupa personal de confianza de Montón, aunque de momento forman parte del equipo de la nueva responsable del departamento. Por ejemplo, el que fuera subsecretario de Sanidad, Ricardo Campos, quien siguió siendo la mano derecha de Montón en el ministerio con el cargo de secretario general de Sanidad y Consumo.
La nueva ministra también contó con Justo Herrera entre sus más estrechos colaboradores. El ex director general de Recursos Humanos y Económicos de la Conselleria se convirtió en subsecretario del Ministerio mientras que la ex directora general de Farmacia y Productos Sanitarios de la Conselleria Patricia Lacruz pasó a ser directora general de la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia.
Montón también repescó de la administración valenciana a José Luis Sanchis Oliver, quien fuera subdirector general de Recursos Económicos en la conselleria de Sanidad, y que pasó a ocupar el puesto de secretario general técnico de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
«He sido transparente y honesta»
En la comparencia sin preguntas en la que anunció su dimisión, Montón insistía que su motivación para dejar el cargo era que el caso de su máster no influyera en el Ejecutivo, pero en ningún momento reconoció irregularidades. «He sido transparente y honesta. Como he reiterado, no he cometido ninguna irregularidad, lo voy a seguir defendiendo con convicción y la conciencia muy tranquila», señalaba.
Montón aseguró que si decidió cursar aquel máster en los años 2010 y 2011, recién licenciada en Medicina, siendo ya portavoz de igualdad del PSOE fue para «mejorar sus conocimientos y hacer mejor el trabajo en el Congreso». Además, insistió en que se sacó este título «como muchos, con esfuerzo, ilusión y empeño».
En estos meses, destacó el trabajo realizado «para recuperar los derechos de las personas» y enumeró algunos «logros» como «la recuperación de la asistencia sanitaria universal». También puso de relieve otras medidas adoptadas como: el acceso a los tratamientos de reproducción asistida por parte de mujeres solas y lesbianas; la recuperación de derechos para personas en situación de dependencia; los primeros pasos para la aprobación de la Ley de Violencia contra la Infancia o el real decreto para la acogida solidaria de los menores extranjeros no acompañados.
Pierde el aforamiento
La pérdida de la condición de ministra hace que Carmen Montón deje de estar aforada, en su caso en el Tribunal Supremo, que es el que instruye las causas que afectan a miembros del Gobierno. Como publicó este martes Valencia Plaza, la Fiscalía Anticorrupción ha abierto diligencias de investigación tras haber recibido una denuncia de un empleado -que luego fue despedido- del Hospital de La Ribera (en Alzira) por presunta prevaricación y malversación de caudales públicos en los contratos firmados sin concurso después de la reversión que dirigió la propia Montón.
Entre los denunciados se encuentra la propia Montón y la actual consellera, Ana Barceló, aunque el relato de los hechos otorga mayor protagonismo a los responsables de Compras del centro hospitalario público que hasta el pasado 31 de marzo era gestionado por la concesionaria Ribera Salud.