De nuevo nos encontramos en plena ola de la pandemia que llevamos padeciendo ya más de 9 meses y desgraciadamente desde SanitatSolSuna tenemos que volver poner en cuestión cómo se esta gestionando esta situación por parte de los responsables tanto del Gobierno central y de la Comunidad valenciana y el grave problema de prioridades que parecen tener.
La caótica y precipitada desescalada del verano nos condujo a una nueva expansión del virus en las diferentes comunidades autónomas, con ligeros desfases temporales, posiblemente en función de la climatología propia de cada una.
En la Comunidad Valenciana, a pesar de que la expansión descontrolada del virus en este otoño se produjo con cierto retraso en relación a otras comunidades, la Consellería ha sido incapaz de prevenir, y por tanto anticiparse al caos, tomando medidas más allá de los cierres perimetrales y el toque de queda, de forma que se pudieran evitar o reducir los contagios en la Comunidad.
Se siguen tomando medidas a rebufo de lo que hacen en otros lugares, cambiando de criterio cada dos por tres, sin basarse en evidencia alguna. Además, nuestros dirigentes llevan más de un mes discutiendo cómo tienen que ser la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, dando la sensación de que normalizan los 10.000 muertos al mes que tenemos, los centros de Atención Primaria saturados y al límite, sin que en ningún centro hayan visto los anunciados refuerzos, los hospitales casi desbordadas, las UCIS con riesgo de colapso y los profesionales totalmente agotados.
Finalmente la falta de sensibilidad y empatía por parte de nuestra Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública, llega al extremo, como denuncia la plataforma Sanidad Excelente (Esdiario, 12/11/2020) de estar desplazando pacientes a mas de 100 Km de su lugar de residencia. En concreto derivando pacientes del Hospital de la Vega Baja, ubicado en Orihuela, al hospital de la Marina Baixa entre Villajoyosa y Benidorm, a pesar de disponer de camas en los hospitales de Vinalopó y de Torrevieja, mucho más cercanos, gestionados por el grupo sanitario Ribera, que lleva tiempo ofreciendo su ayuda a la Consellería. Demuestran un total desprecio por los pacientes y sus familias. Prefieren enviar a los pacientes más de 100 kilómetros antes que mandarlos a un hospital público, gestionado por un grupo sanitario.
Porque sí. Conviene volver a recordar que tanto el Hospital de Torrevieja como el de Vinalopó son HOSPITALES PÚBLICOS, aunque se gestionen de forma privada. Y la Conselleria de Sanidad debería sentirse orgullosa de ellos, porque entre otras cosas, son los que menos lista de espera tienen y los que ofrecen una atención muy bien valorada por los pacientes, además de ser eficientes. Todos estos son datos públicos y oficiales de la Conselleria. Y por eso otros centros de gestión pública directa deberían tratar de copiar o imitar algunas estrategias y formulas de gestión que les llevan a tener los mejores resultados tanto asistenciales como económicos de toda la Comunidad.
En lugar de eso, la actitud de la Consellería es lamentable, porque no solo desprecia su ofrecimiento y perjudica con ello a los pacientes, sino que además se propone, en un escenario de crisis económica brutal, con un déficit público que lastrara el crecimiento y desarrollo de las dos próximas generaciones, y en medio de una pandemia mundial, acabar con el mejor hospital de la Comunidad Valenciana, el Hospital de Torrevieja. La intención de Sanidad es dar otra patada a un modelo de éxito con la reversión de Torrevieja, repitiendo el fiasco que ya perpetraron hace un par de años con el Hospital de Alzira, y obviando las denuncias de sus profesionales sobre la saturación del centro, la mala gestión, la discriminación del personal laboral y la lista de espera, que se ha triplicado en apenas dos años y medio.
Es increíble que al Gobierno de Ximo Puig ni siquiera se le haya pasado por la cabeza la posibilidad de dejar a un lado su programa político, por encontrarnos en medio de una pandemia y dado el nivel de estrés de nuestro sistema sanitario, como sí que han hecho en cambio sus compañeros de partido en La Rioja. El Gobierno socialista de La Rioja ha firmado una prórroga del concierto de su hospital en Los Manzanos, por la situación excepcional que estamos viviendo. Al menos, tienen sentido común y son responsables con la salud de sus ciudadanos.
Los ciudadanos ponemos en manos de la administración y de nuestros dirigentes políticos una ingente cantidad de recursos económicos para que los administren con eficacia y eficiencia, poniendo por encima de todo el interés de las personas, y no para que los malversen sirviendo únicamente a intereses políticos de carácter partidista.
Mantenimiento, modernización e inversiones. Son las tres palabras que más repiten los representantes de los sindicatos tras los últimos incidentes registrados en dos hospitales valencianos: la caída de un falso techo en el vestíbulo principal del Arnau y la inundación de la UCI de Llíria por la rotura de una tubería.
Dos problemas detectados con apenas un par de días de diferencia y que provocó que la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) instara a la Conselleria de Sanidad a revisar las instalaciones de estos dos centros (que están integrados en el mismo departamento de salud) y, en general, de todas las infraestructuras sanitarias.
«Urgimos a la conselleria a que elabore un plan de actuación en centros de salud y hospitalarios para conocer la situación actual y grado de deterioro de sus infraestructuras y una vez disponga de esta información, se inicien con urgencia las actuaciones necesarias para garantizar un entorno seguro» para profesionales y pacientes, reclama el presidente de CSIF Sanidad Comunidad Valenciana, Rafa Cantó.
Tanto CSIF como UGT coinciden en apuntar un mismo argumento como origen: la falta de un plan de prevención, que provoca que se actúe después de que se registre un problema, y la ausencia de modernización de instalaciones, tanto centros de salud como hospitales. «Son antiguas y para el mantenimiento se necesita dinero, algo que no hay», lamentan desde la sección sindical de Sanidad de UGT.
De hecho, que los recortes que baraja el Consell repercutan en estas partidas es uno de los temores que trasladan los sindicatos consultados por LAS PROVINCIAS. De momento, problemas en tuberías, goteras, deficiencias en la climatización (en el hospital San Juan de Alicante hasta el mal funcionamiento ha provocado conjuntivitis) o paredes y techos desconchados son algunas de las incidencias que enumeran los sindicatos. Además de recordar que el Clínico necesita urgentemente una actuación integral.
Desde CSIF apuntan que, por ejemplo, en el hospital Doctor Moliner, en Serra, hay un problema con las tuberías, en concreto con las bajantes de aguas potable y fecales, «que van reventando porque se encuentran en mal estado». A eso añaden los cortes en el suministro eléctrico. Y UGT suma al listado las deficiencias en la climatización. De hecho, a comienzos de agosto -coincidiendo con una ola de calor- el aire acondicionado no funcionó y los familiares de los pacientes llevaron ventiladores.
En el hospital de Sagunto apuntan el deterioro de los vestuarios o la falta de aire acondicionado. Esto último compartido con los hospitales de Gandia y Xàtiva o con el centro de salud de Novelda, además de en algunos de Dénia. Aquí, en el hospital, UGT alerta de goteras.
Algo que también sucede en el hospital de Elda, en el General de Alicante e, incluso, en La Fe (de más reciente construcción). El repaso continúa en Vinaròs, con humedadades puntuales y con ventiladores para solucionar los problemas de calor de personal y pacientes.
El sindicato CSIF urgió ayer a la Conselleria de Sanidad a reforzar las bases del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU) en la provincia de Valencia a partir de este fin de semana, coincidiendo con el inicio del mes de junio y con el incremento de afluencia a playas. La central sindical advierte de la escasez de medios en localidades donde la población se multiplicará los próximos meses, como Oliva o Gandia. De hecho, una sola unidad atiende todo el litoral de Sueca y Cullera. La formación, asimismo, explica la necesidad de ampliación horaria en esta época debido al incremento de la población en Oliva, en Paterna -con urbanizaciones como La Canyada- y en zonas de interior que también aumentan su ocupación en los meses estivales, como Utiel y Buñol. Estos cuatro municipios disponen de bases del SAMU operativas únicamente 12 horas diarias.
CSIF subraya que la actual limitación horaria provoca que la mitad del día que no presta servicio cada unidad, tenga que desplazarse un vehículo desde otra localidad para atender una emergencia. Este hecho implica que se incremente el tiempo de espera por parte del afectado y, en definitiva, un deterioro del servicio.
Faltan ambulancias del SAMU para este verano en Gandia y Oliva
El sindicato CSIF reclama a la Conselleria de Sanidad el refuerzo de las bases del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU) en la provincia de Valencia a partir de este fin de semana, con el inicio del mes de junio y del incremento de afluencia a las playas. La central sindical advierte de la escasez de medios en localidades donde la población se multiplicará los próximos meses, como son los casos de Gandia y Oliva, entre otros municipios.
Por lo que se refiere a Oliva, la base del SAMU solo está operativa 12 horas diarias. CSIF subraya que la actual limitación horaria provoca que la mitad del día que no presta servicio cada unidad, tenga que desplazarse un vehículo desde otra localidad para atender una emergencia. Este hecho implica que se incremente el tiempo de espera por parte del afectado y, en definitiva, un deterioro del servicio a los usuarios. La central sindical exige un aumento a 24 horas diarias fijo para todo el año, aunque especialmente en los meses estivales y ya desde el primer fin de semana de junio.
El sindicato explica también que la Ribera Baixa únicamente cuenta con una unidad SAMU, con base en Sueca, que cubre desde El Perellonet hasta Tavernes de la Valldigna, incluida Cullera. Evidentemente, esta situación dispara los servicios de SAMU.
CSIF señala que una circunstancia similar ocurre en Gandia. La dotación de SAMU no aumenta en verano a pesar de que sí lo hace la población. La prestación se limita a la unidad con la que cuenta durante todo el año, que igualmente atiende los servicios en municipios cercanos como Xeraco o Xeresa.
Alzira, 21 de mayo de 2019.- “Podemos no puede formar parte del Gobierno valenciano después de demostrar que no le importan las personas”. Así de contundentes se han pronunciado desde SanitatSolsUna, la asociación que defiende la excelencia en la atención sanitaria sin importar el modelo de gestión. “Si a los enfermos y sus familias no les importa quién gestiona un centro sanitario, porque lo que quieren es que se les atienda rápido y bien, mucho menos les interesa quién ha comprado instrumental o aparatos de última generación, que van a ayudar a que se curen”, aseguran.
Es por eso que desde SanitatSolsUna se ha pedido al presidente de la Generalitat en funciones, Ximo Puig, que no colabore ni dé responsabilidades en Sanidad o Servicios Sociales “a quienes prefieren que los enfermos de cáncer se traten con aparatos antiguos o tengan que soportar largas esperas o desplazarse a otros hospitales antes que aceptar una donación altruista como la realizada por el empresario gallego y dueño de Inditex, Amancio Ortega. “Podemos y su falta de humanidad con las máquinas donadas por Amancio Ortega no puede estar en el Gobierno valenciano”, han asegurado.
“Es inaudito que alguien pueda criticar estos impresionantes regalos para la salud que un empresario hace a todos los españoles a cambio de nada”, aseguran desde SanitatSolsUna, que ha recordado que el dueño de Inditex ha regalado resonancias para un gran número de hospitales en prácticamente todas las comunidades autónomas.
Desde SanitatSolsUna se ha instado a que el Gobierno valenciano en funciones defienda “con firmeza” este tipo de colaboración altruista de la iniciativa privada con la Sanidad pública. “Lo importante es lo que reciben los pacientes y no las consignas políticas desfasadas y egoístas”.
Han recordado, además, que “ni la vicepresidenta Mónica Oltra ni su partido, Compromís, han apoyado esta donación, lo que revela su proximidad ideológica con Podemos y su nivel de humanidad”. “¿No decían que querían gobernar para rescatar personas? Apoyando a Podemos con su silencio sólo contribuyen a perjudicar a su salud y su cuidado”.
El Hospital de La Ribera está “que se cae”. Tal ha sido la dejadez de los actuales gestores respecto al mantenimiento de las instalaciones durante este último año que en solo 12 meses tras la reversión, el centro hospitalaria de Alzira “ha envejecido el equivalente a 10 años”.
Así de contundentes se pronuncian desde la asociación SanitatSolsUna, que acompaña sus críticas de numerosas fotografías adjuntas, que les remiten continuamente usuarios del centro, donde pueden apreciarse muebles amontonados en los pasillos, camas y barandillas de aseos completamente oxidadas, paredes y techos desconchados o con trozos de la piedra rotos y hasta enchufes con cables al aire, lo que puede suponer un peligro grave para pacientes y familiares que acompañan a los enfermos al hospital.
Desde SanitatSolsUna se recuerda que “los problemas de mantenimiento se veían venir, porque es algo recurrente en muchos de los centros públicos sanitarios que adolecen de la flexibilidad y agilidad en la resolución de incidencias que permite la gestión privada. Sin ir más lejos, el diario Levante publicaba ayer que “peligran las operaciones en el Clínico de Valencia por los desperfectos en las mesas de operaciones”. Desde la asociación aseguran que “los usuarios y profesionales nos envían fotografías para denunciar el estado de abandono en el que se encuentra el hospital “y que no ocurría antes de la reversión porque ahora todo tiene que pasar por un complicado proceso burocrático y como no es algo prioritario para los actuales gestores, la consecuencia es que los problemas se acumulan y el Hospital de La Ribera empieza a parecer un hospital viejo, sucio y desordenado”. La asociación reclama a la Conselleria de Sanidad “que mantenga el hospital de La Ribera en buenas condiciones” porque “es lo que merecen profesionales y pacientes”.
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